Un estudio con datos de 7,3 millones de personas de la generación Z y una conclusión clara
Según el estudio ‘Bajo la lupa de la Generación Z’ elaborado por Facttory (BeConfluence), más del 90% de los jóvenes españoles busca información online sobre marcas, y el 91,9% sigue al menos a una marca en redes sociales.
La Generación Z no rechaza a las marcas. Convive con ellas.
El 54,2% las valora por recomendaciones de influencers o lo que otros dicen en redes.
Y casi la mitad usa inteligencia artificial para decidir qué marcas considerar.
¿Es esto puro marketing de influencia? No. Es un cambio de modelo
Donde la Generación X se guía por la trayectoria, la garantía o la calidad técnica, la Generación Z confía en otra cosa: la emoción, la estética y lo que una marca representa públicamente.
Y aunque parezca contradictorio, también buscan coherencia, honestidad y valores.
Las contradicciones que debemos tomar en serio
El informe lo deja claro:
La sostenibilidad no es decisiva, pero sí mejora la percepción si se comunica bien.
El precio no es el factor principal, salvo en ciertas categorías.
Hay 2,85 millones de jóvenes con productos falsificados... y el 49% lo dice con orgullo.
¿Qué implica esto para quienes construimos marcas?
Desde Small* creemos que el branding no es lo que proyectas.
Es lo que se percibe, lo que se transmite, lo que se activa en cada punto de contacto.
Y en este contexto:
Ya no diseñamos solo logotipos. Diseñamos perfiles públicos de confianza.
No trabajamos solo tono de voz. Trabajamos cómo se interpreta lo que dices en TikTok, unboxing o reseñas.
No basta con tener valores. Hay que demostrarlos y traducirlos para distintas generaciones.
Evitar elementos que generen confusión cognitiva
La oportunidad estratégica
La marca ya no se construye desde dentro hacia fuera.
Se construye en conversación. En comunidad. En cultura.
Y aunque eso requiere más trabajo, más escucha y más dirección,
también abre una posibilidad que nunca habíamos tenido:
crear marcas que se vivan con autenticidad desde muchas voces.
En Small*, eso es lo que nos mueve: hacer marcas que no solo digan algo. Que tengan algo real que aportar.