Alcanzia, una comercializadora eléctrica de nueva generación, se convirtió en sus primeros 3 años de vida en una de las primeras compañías españolas por volumen de compra y crecimiento. Los grandes retos a los que se enfrenta la marca hicieron necesaria una adecuación de sus códigos visuales al nuevo rumbo estratégico de la compañía.

El proyecto de branding debía de construirse a partir de los pilares estratégicos de una marca honesta, cercana, atemporal, que ofrece productos útiles y preocupada por el detalle. Para ello procedimos a crear una identidad visual basada en la máxima de Dieter Rams: Menos, pero mejor ejecutado.

Una compañía eléctrica nos ayuda a conectarnos e interactuar con lo que nos importa, simplemente a partir de un sencillo gesto: pulsar un interruptor o el cada vez más habitual, el gesto de mover un switch. Este elemento, tan sencillo y cotidiano, fue nuestra fuente de inspiración.

Con el fin de mantener conexión con la identidad anterior, mantuvimos la gama cromática y trabajamos la tipografía actualizándola y reforzando el mensaje de la cercanía que enfatizamos con un lenguaje visual basado en la ilustración, que incluía el diseño de una iconografía propia.